«Hoy tuvimos una buena noticia (…) Es un paso concreto para que Brasil, y nuestra región, tenga acceso a un gran mercado, formado por 27 países», afirmó el vicepresidente y ministro de Industria y Comercio, Geraldo Alckmin, en un video divulgado en redes sociales.

Calificó el avance DE «buena noticia» para Brasil y para toda América del Sur.

También resaltó que esta validación representa «una señal clara para el mundo de que existe espacio para la integración, el comercio, la inversión y las oportunidades compartidas, que generan empleo y renta».

El acuerdo entre la UE y el Mercosur, bloque regional compuesto por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, ha sido objeto de intensas negociaciones desde hace más de dos décadas con múltiples obstáculos políticos, económicos y ambientales.

Uno de los principales focos de resistencia vino en especial Francia que expresa preocupación por las políticas ambientales en la región amazónica y su impacto en la competencia agrícola.

Pese a los desafíos, la validación del texto por la Comisión Europea allana el camino para que el tratado sea sometido a la aprobación de los parlamentos nacionales de los países miembros de la UE y del Mercosur.

La presidencia pro tempore del Mercosur, actualmente en manos de Brasil hasta finales de este año, ha priorizado cerrar el acuerdo durante el mandato del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

El gobernante insiste en que la integración con Europa es estratégica para el desarrollo de la región y una oportunidad para fortalecer cadenas productivas, atraer inversiones y diversificar las exportaciones sudamericanas.

Además del componente comercial, el entendimiento prevé cláusulas sobre desarrollo sostenible, derechos laborales y protección ambiental, lo que ha sido clave para destrabar algunas de las objeciones europeas.

De concretarse, el tratado permitirá la eliminación progresiva de aranceles para más del 90 por ciento de los productos intercambiados entre ambas regiones, impactando positivamente en sectores como la agroindustria, el automóvil, la tecnología y los servicios.

Para analistas, el acuerdo podría impulsar significativamente el comercio bilateral, que actualmente supera los 100 mil millones de euros anuales y posicionar al Mercosur como un socio relevante en el escenario económico global.

El paso dado por la Comisión Europea es considerado una señal política de confianza hacia América del Sur, en un momento en que la geopolítica mundial exige nuevas alianzas estratégicas.

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