Exministro delincuente espera procesamiento tras celdas en Bolivia

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La Paz, 4 sep (Prensa Latina) El rostro más visible de la represión policial como ministro (2019-2020), Arturo Murillo, permanece hoy en celdas del Aeropuerto Internacional de Viru Viru, en Santa Cruz, según confirmó el titular de Gobierno de Bolivia, Roberto Ríos.

“Somos respetuosos de la independencia de poderes, pero es preciso recordar que, en Estados Unidos, donde estaba detenido, Murillo admitió la comisión de delitos”, afirmó Ríos, al detallar que la madrugada de este jueves, tras su arribo en calidad de deportado, a Murillo se le notificó formalmente su aprehensión.

De acuerdo con la autoridad, el vuelo que trasladará a Murillo a la capital política del país saldrá alrededor de las 11:00 hora de Bolivia y se prevé que llegue al mediodía. De inmediato será conducido a instancias policiales, anunció la autoridad.

El exministro de Gobierno del Ejecutivo de facto de Jeanine Áñez (2019-2020) encara varios procesos judiciales en Bolivia tras cumplir condena de cinco años en Estados Unidos por corrupción, hacia donde huyó en busca de refugio.

Ya en su tierra natal, afronta dos casos sobre los que existen sentencias.

Uno es el denominado expediente Gases Lacrimógenos, en el cual fue condenado a ocho años de prisión por la compra con sobreprecio de material antidisturbios utilizado en la represión contra quienes reclamaban en 2019 el restablecimiento de la democracia luego del derrocamiento del expresidente constitucional Evo Morales.

El segundo es el expediente conocido como Gases Ecuador, en el que fue sentenciado a cinco años y cuatro meses de cárcel por el ingreso irregular de armamento desde ese país.

Ríos informó que Murillo presenta hipertensión arterial y un cuadro de crisis ansiosa, por lo cual recibe medicamentos.

A su llegada, la televisión lo mostró en Viru Viru sonriente, enmanillado y aparentemente despreocupado.

Sin embargo, los sectores populares esperan que rinda cuenta ante la justicia por los hechos que el Grupo Internacional de Expertos Independientes consideró en 2020 como masacres y ejecuciones sumarias de Sacaba, en Cochabamba; Senkata, en El Alto y El Pedregal, en La Paz, con saldo de 38 muertes a balazos en operaciones policiales-militares.

Desde el cargo de ministro de Gobierno, Murillo justificó esos asesinatos con el argumento de que los disparos en la nuca de las víctimas fueron realizados por «los manifestantes de atrás».

ro/jpm

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