Según informó el instituto armado, el plan, denominado Alcázar, incluye acciones de prevención, control de delitos, ejecución de órdenes de captura, detención de delincuentes, combate al microtráfico, decomiso de armas y regulación de negocios que venden bebidas alcohólicas.
Una estrategia integral que se extenderá hasta finales de año con “operaciones policiales extraordinarias de prevención, investigación, capturas, decomisos y combate frontal al crimen organizado, maras, pandillas y microtráfico”, dijo el ministro hondureño de Seguridad, Gustavo Sánchez.
El dispositivo policial será ejecutado en el Distrito Central (que comprende las ciudades gemelas de Tegucigalpa y Comayagüela), San Pedro Sula, La Ceiba y Tocoa (norte), Yoro (centro norte) y Juticalpa, ubicada en la región oriental de este país.
Las autoridades reafirmaron que la Operación Alcázar representa un paso firme en la lucha contra la criminalidad y un compromiso institucional para proteger la vida y la paz ciudadana.
Exhortaron a la población a confiar en sus funcionarios y trabajar unidos para construir comunidades más seguras, con acciones permanentes que garanticen el bienestar de todos los hondureños.
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