El fiscal de Sustancias Controladas, Julio Porras, confirmó que ese descubrimiento ocurrió en la comunidad El Colorado, en el municipio cruceño de Warnes.

La ocupación tuvo lugar en el contexto de los operativos policiales desplegados tras la desaparición de Lorgio Saucedo, caso que provocó la movilización de unidades especiales de la Policía Boliviana y desembocó en una emboscada a balazos en la mañana de este jueves.

Los agentes del orden que “peinaban” la zona fueron sorprendidos con una lluvia de balas disparadas por un grupo armado, que después se dio a la fuga en dirección a una zona boscosa.

Ante esa agresión, las fuerzas policiales recibieron refuerzos terrestres y aéreos, e intensificaron el rastrillaje de ese territorio apartado.

Vecinos de la zona que prefirieron el anonimato, declararon a medios periodísticos que el hangar era frecuentemente visitado por vehículos de alta gama y avionetas.

Según Porras, las caletas subterráneas estaban cubiertas con bolsas de plástico y tenían en su interior palets de madera, lo que genera la sospecha de ser parte de un sistema de escondrijo rudimentario pero funcional, diseñado para proteger de la humedad las sustancias controladas y evitar su detección aérea o visual.

El 22 de agosto último, el fiscal general de Bolivia, Roger Mariaca, confirmó que el doble crimen registrado 24 horas antes en Santa Cruz fue tipificado como asesinato, en medio de una oleada de hechos violentos.

Las víctimas fueron identificadas como Harold Méndez Erlwei y Leonardo Vaca Díez Gentile.

Mariaca afirmó entonces que el vehículo de tipo Lexus en el que estaban los asesinados estaría relacionado con el secuestro de Erick Roberto Baeza, desaparecido desde julio.

Fuentes policiales sostienen que los hechos estarían relacionados con “corporaciones criminales internacionales”, entre ellas el Primer Comando de la Capital (PCC) de Brasil y posibles pandillas balcánicas que buscan controlar rutas del narcotráfico y del mercado ilegal de armas.

La criminóloga Gabriela Reyes, en tanto, recordó que fenómenos similares ocurrieron en Ecuador cuando células balcánicas se disputaron territorios de exportación de cocaína.

“En Bolivia se sabe de la presencia de algunos miembros de estas mafias. El boliviano que está en el narcotráfico no tiene ese nivel de violencia, esto responde a estructuras transnacionales”, sostuvo.

La periodista Jimena Antelo, por su parte, recordó en el canal RTP la fuga desde Santa Cruz del más buscado narcotraficante de Sudamérica, Sebastián Marset, y refirió su posible retorno para fomentar ajustes de cuentas.

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