En acto efectuado en el Palacio Nacional de la Cultura, sede del Gobierno, el mandatario explicó que se trata de féminas originarias que han hecho cosas extraordinarias en un contexto muy complejo, en el cual sus saberes fueron considerados menos valiosos.

A propósito de conmemorarse el Día Internacional dedicado a ese sector, el jefe de Estado amplió que los derechos de algunas personas se confinaron a la fragilidad del papel o incluso ignorados deliberadamente.

Manifestó que es triste admitirlo, pero en el país aún hay muchas que trabajan sin protección, sin condiciones mínimas de justicia y de dignidad.

Esto debe cambiar, subrayó Arévalo, para quien es la hora de que la sociedad chapina reconozca, acepte que las mujeres en este territorio centroamericano son un ejemplo de lucha, de organización y de resistencia.

Ellas han forjado con su ternura, valentía, conocimiento y con su fuerza las posibilidades para que nuestra nación pueda pensar actualmente, aseveró el abanderado del partido Movimiento Semilla.

Ellas cuidaron la semilla de la esperanza que poco a poco comienza a florecer, remarcó el político de 66 años, sociólogo de profesión.

Las mujeres galardonadas lideran organizaciones que en algunos casos sobrevivieron a la represión violenta y cruel, que lograron afirmar sus aspiraciones, sus intereses y sus derechos, describió.

El presidente enfatizó que la institución de la Orden Utz Samaj es una decisión consciente de su administración para hacer visible ese trabajo organizativo, un liderazgo extraordinario.

El Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América, en Tiahuanaco (Bolivia), instituyó en 1983 esta fecha de conmemoración, en honor Bartolina Sisa, aymara, quien se opuso a la dominación colonial y fue asesinada en 1782.

oda /znc