El primer reporte de la agencia después del despido por el presidente Donald Trump de su directora Erika McEntarfer, arrojó que solo se crearon 22 mil empleos -cuando la expectativa de los economistas era de 75 mil- y el índice de desempleo aumentó ligeramente de 4,2 por ciento en julio a 4,3 en el octavo mes del año.
La conclusión sale a la luz en medio de los intentos de Trump de remodelar a su conveniencia a la BLS. El mandatario republicano echó en julio a McEntarfer, veterana de administraciones republicanas y demócratas, molesto por un desalentador informe de empleo.
El de julio no solo mostró que Estados Unidos aportó únicamente 72 mil empleos, sino que incluyó importantes revisiones a la baja de informes anteriores, lo que desató la furia de Trump, quien acusó a McEntarfer y a la BLS de inventar las cifras para favorecer a los demócratas, en especial antes de las elecciones de 2024.
Trump -como suele hacer en ocasiones- no presentó prueba alguna que respaldara su afirmación, y la BLS, de hecho, había emitido importantes revisiones a la baja apenas unos meses antes de que él ganara los comicios de noviembre.
Para los economistas y veteranos de la BLS de todo el espectro político sería prácticamente imposible manipular un informe de empleo; sin embargo, Trump continúa poniendo en duda los datos de la entidad.
Anoche, durante una cena con ejecutivos del sector tecnológico, el presidente se anticipó al informe: “Se publicarán mañana (hoy), pero las cifras reales de las que hablo serán las que sean, pero se conocerán dentro de un año”.
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