Entre estos, estuvieron los minerales críticos, la seguridad y las relaciones comerciales y económicas, según detalló el mandatario en sus redes sociales.
A criterio de analistas políticos australianos, la llamada -que tuvo lugar poco antes de la Asamblea General de las Naciones Unidas programada para este mes en Nueva York- podría anticipar una reunión presencial entre ambos líderes en ese foro internacional.
La conversación se produce en un contexto donde ambos países han reforzado su cooperación estratégica, particularmente, en la diversificación de cadenas de suministro de minerales esenciales para tecnologías avanzadas, como el litio, cobalto y tierras raras, materiales esenciales para la transición energética y la industria tecnológica.
Sin embargo, Albanese no hizo mención a las preocupaciones en su país por el impacto de distintos aranceles impuestos por Trump en determinados, sectores como el farmacéutico y el envío postal a Estados Unidos, por solo mencionar dos.
Tras ganar las elecciones generales de mayo en Australia, el gobernante declaró que los aranceles del 10 por ciento impuestos por la Casa Blanca a su país no eran el acto de un amigo y subrayó que carecen de fundamento lógico, pues contradicen la base de la colaboración histórica entre ambos países.
Además, Albanese insistió entonces en que la reciprocidad real implicaría aranceles cero, ya que los productos estadounidenses ingresan a Australia libres de gravámenes.
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