Los manifestantes rechazaron la presencia militar de Washington en la región y condenaron la posición del presidente dominicano, Luis Abinader, quien en días recientes respaldó, dijeron, la política agresiva del presidente Donald Trump.
El martes pasado Abinader declaró al llamado Cartel de los Soles como organización terrorista, una medida similar a la adoptada por la Casa Blanca para justificar la presencia de sus embarcaciones en el Caribe, próximo a Venezuela.
En julio pasado, el mandatario Donald Trump vinculó al supuesto Cartel de los Soles con el narcotráfico y lo relacionó de forma directa al Gobierno del presidente constitucional Nicolás Maduro.
Bajo el abrazador sol caribeño, el luchador revolucionario Narciso Isa Conde afirmó a la prensa que, de ser agredida Venezuela por EEUU, en América Latina se desarrollará “un proceso de resistencia tipo Vietnam”.

“Venezuela no está sola en nuestra América, ni en República Dominicana; No es amenaza, es una esperanza con sus políticas generosas y solidarias”, apuntó.
Se refirió a los intereses de la potencia del norte sobre el petróleo, gas, oro, agua y la rica biodiversidad de Caracas, calificó de «bochornoso» el decreto de Abinader y llamó a la resistencia popular y militar contra cualquier intento de invasión.
De su lado, Manuel María Mercedes, de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de la República Dominicana, señaló que “la autodeterminación de los pueblos es un derecho fundamental”.
Mercedes reafirmó que los activistas de derechos humanos están obligados a repudiar cualquier irrupción basada en acusaciones falsas, violatorias de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Rafael Méndez, de la Internacional Antiimperialista de los Pueblos -Capítulo Dominicano-, contextualizó la intimidación actual en el contexto de la política histórica de agresión imperial de Estados Unidos en América Latina.
Sostuvo que la instalación de fuerzas navales en la región es parte de una estrategia para controlar los recursos naturales y limitar los procesos soberanos.
En representación de las coordinaciones unitarias de organizaciones de izquierda, Héctor Sánchez, del Partido Patria Para Todos y Todas, exigió a la ONU y al Consejo de Seguridad detener las maniobras militares de EE.UU. en el Caribe.
Denunció que “ni Estados Unidos, ni Europa, ni ninguna nación, por poderosa que sea, debe inmiscuirse en los asuntos internos de otro país”.
Acentuó que la tierra de Simón Bolívar y de Hugo Chávez tiene derecho a decidir su sistema económico y político, y condenó el interés de las potencias por adueñarse de los recursos naturales latinoamericanos.
Subrayó que el Caribe fue declarada zona de paz y que “lo único que salva a la humanidad en estos momentos difíciles es el respeto a la libertad, la justicia, la equidad y la paz mundial”.
Maribel Núñez, a nombre de la Internacional Anti-Fascista -Capítulo República Dominicana-, denunció que el colonialismo que sufrió el Caribe desde la llegada de los europeos se manifiesta hoy con nuevas formas de fascismo.
“Hoy ese colonialismo-fascismo vuelve con buques, submarinos nucleares y misiles apuntando a Venezuela. Frente a esa amenaza levantamos nuestra voz: ¡no a la intervención, no a los buques gringos en nuestras aguas!”, expresó.
Ante la estatua del Libertador Simón Bolívar, los convocantes reafirmaron que la soberanía y autodeterminación de los pueblos son principios irrenunciables.
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