El organismo emplea dicho término emergente de propagación para señalar el rápido y preocupante aumento de jóvenes afectados por ese flagelo, comparable a una enfermedad contagiosa difundida rápidamente entre una población, con un impacto negativo masivo en la salud pública, aclaró la presidenta de Renata, Nydia Amador, citada por el canal.

“La expresión ‘epidemia’ –agregó- se usa para destacar la urgencia y gravedad de el referido padecimiento, con énfasis en que el crecimiento exponencial de casos requiere medidas inmediatas y contundentes para su control». Amador alertó que adolescentes y jóvenes fueron atacados durante los últimos dos años por fuertes campañas publicitarias mediante redes sociales, supermercados y tiendas que los incitan a practicar la adición de vapear.

«¿Qué está pasando? ¿Por qué este auge? –se preguntó la experta. Esos dispositivos son de colores atrayentes y los jóvenes creen que no hacen daño, porque les ocultan los químicos que contienen, además de tener sabores muy atrayentes a frutas, a menta”.

La vocera del ente antitabaquismo enfatizó en los riesgos que los vapeadores representan para la salud de los jóvenes, mediante lesiones severas que los pueden llevar hasta la muerte.

Según amador, “el vapeo en los adolescentes afecta sus pulmones, el corazón y el cerebro, que están en pleno desarrollo. La nicotina presente en estos dispositivos causa una adicción muy rápida y puede alterar la memoria, la atención y el control de los impulsos.

La vocera mencionó que esa práctica puede causar entre esos jóvenes lesiones severas que incluso los pueden conducir a la muerte, mientras la vicepresidenta y ministra de Salud, Mary Munive, los calificó de “venenos con sabor a chicle”.

Por su parte, una reciente encuesta nacional sobre consumo de sustancias psicoactivas en la educación secundaria reveló que un 12,6 por ciento de los colegiales consultados admitieron fumar cigarros, tabaco o vaporizadores en los últimos 30 días.

Para la Red Nacional Antitabaco, Costa Rica atraviesa una situación similar a la que vivió Estados Unidos hace dos años, la cual llevó a la Administración de Alimentos y Medicamentos de aquel país a prohibir los cigarrillos electrónicos por sus altos niveles de nicotina.

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