El homenaje se realizó en un conversatorio, en el marco de la Jornada 100 años con Fidel y en el repleto auditorio Antonio Núñez Jiménez de la Embajada de Cuba y tuvo momentos de emoción por los recuerdos expuestos.

El embajador de Cuba en Perú, Carlos Rafael Zamora, agradeció a la concurrencia y, a tiempo de recordar el afecto de Fidel Castro por Perú, su historia y su cultura, resaltó su prédica de amistad y cooperación entre los países de América Latina, al margen de posiciones diversas.

Destacó también el carácter histórico de las relaciones entre Perú y Cuba, cuyo antecedente son los cubanos combatieron en batallas decisivas para la independencia peruana, en 1824.

Recordó que Perú fue el primer país que reconoció a la República de Cuba en Armas y evocó al héroe de dos patrias, Leoncio Prado, quien junto a sus hermanos luchó por la emancipación de la Isla.

El exembajador de Perú en Cuba Jaime Sobero, quien ejerció el cargo entre 1996 y 1999, destacó la calidad humana y el cúmulo de cultura e información que manejaba Fidel Castro, a quien llamó su “amigo eterno” así como su conocimiento de Perú.

Destacó la serenidad del jefe de Estado cubano, su calidez y su caballerosidad. “Jamás lo ví alterado y casi nunca hablábamos de política”, dijo sobre quien llamó “amigo eterno”.

La exembajadora de Nicaragua en Perú, Marcela Pérez-Silva, recordó el día que vio por primera vez a Fidel, en la Plaza de la Revolución, en noviembre de 1983, en la multitudinaria despedida dev24 compatriotas caídos en la invasión norteamericana a Granada.

En 1985, Marcela participó en la importante entrevista de su compañero de vida, Tomás Borge, a Fidel, del 18 al 20 de abril, que Borge convirtió en el libro Un grano de maíz, en el que, según dice el entrevistado en la obra, cabe toda la gloria del mundo.

El periodista y escritor Gustavo Espinoza Montesinos relató las veces que habló con Fidel Castro, como dirigente político, en 1967; como secretario general de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), en 1972; como diputado en 1986, y como periodista, en 2001.

Entre sus muchos recuerdos destacó el de 1972, cuando dirigentes de la CGTP y de otras centrales sindicales dialogaron con Fidel desde la medianoche hasta el amanecer.

El poeta Hildebrando Pérez, Premio Casa de las Américas, evocó el afectuoso trato que le dispensó Fidel Castro, y declamó su poema a Fidel, Cantar de Alejandro, homenaje a Fidel y contó su historia.

Refirió que, hace más de seis décadas, Juan Pablo Chang (El Chino de la guerrilla de Che en Bolivia) les hablaba de Fidel a él y sus compañeros llamándolo por su nombre y mencionaba alternativamente a Alejandro y tras la charla, le preguntaron quién era Alejandro y El Chino respondió que era el nombre de batalla de Fidel.

“En ese momento lo tuve claro: si alguna vez escribiese un poema sobre Fidel, y recordando que él era ajeno a fatuas lisonjas, lo titularía ‘Cantar de Alejandro’”.

Víctor Mayorga, exembajador del Perú en Cuba, del 2011 al 2014, manifestó por su parte su admiración por Fidel Castro e hizo una exposición sobre su valioso legado.

La renombrada actriz Delfina Paredes expresó su admiración por Fidel y recitó el poema Aparta de mí este Cáliz, del vate universal peruano César Vallejo.

El acto concluyó con canciones a cargo de la intérprete peruana Tania Arbizu y su hijo Caetano y del diplomático cubano Carlos Portela y su homónimo hijo.

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