Las acusaciones, que llegan por medios como el correo electrónico, llamadas o la presencia de los propios demandantes, corresponden a posibles casos ocurridos en centros educativos públicos, privados y de incidencia estatal, ya que esta última sistematiza la información de todos los ámbitos educativos, añadió el canal Teletica.com.
El MEP llamó a aplicar ante una denuncia de ese tipo lo estipulado en el actual «Protocolo de actuación en situaciones de violencia física, psicológica, sexual, acoso y hostigamiento», establecido en el Reglamento de Evaluación de los Aprendizajes y el Código de la Niñez y la Adolescencia.
Nelly Venegas, jefa del Departamento de Asuntos Disciplinarios de esa cartera, explicó la responsabilidad conferida a esa instancia de atender en especial las denuncias de mayor peligrosidad, puntualizó la televisora.
“El MEP cuenta con la competencia de dicho Departamento –subrayó- dentro de la Dirección de Gestión de Talento Humano, para conocer las citadas quejas referidas a faltas graves o de alguna gravedad”.
Según la funcionaria, es fundamental que las personas denunciantes y testigos asistan con la documentación a las audiencias cuando son convocados, aunque en el caso de menores de edad, “deben ir acompañados por sus padres, representantes legales o personas autorizadas”.
El 68 por ciento de las víctimas de este flagelo oscilan entre los 18 y 25 años de edad, y un 30 por ciento entre 26 y 35, al ser en su mayoría estudiantes jóvenes, muchas veces en situaciones de vulnerabilidad frente a figuras de autoridad dentro del ámbito académico.
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