Con más del 82 por ciento de los votos escrutados el conglomerado peronista triunfó con el 47 por ciento por 34 puntos LLA-PRO. Más alejados quedaron Somos Buenos Aires, con 5,41 por ciento y el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, 4,3.
Este domingo los bonaerenses renovaron 69 bancas en su Legislatura: 46 en Diputados y 23 en el Senado; además, eligieron mil 97 concejales y 401 consejeros escolares en los 135 municipios para el acto comicial están divididos en ocho secciones electorales.
Incluso, el peronismo recuperó partidos que estaban en manos de políticos derechistas ya sean de LLA o el PRO, donde fue una vez derrotado. De hecho, FP se impuso en 99 de los 135 municipios de la provincia y en seis de las ocho secciones electorales en que está dividida.
Más que un claro triunfo de Fuerza Patria (FP), es una derrota desastrosa para LLA-PRO, el mandatario Milei y los armadores de su alianza, principalmente su hermana Karina Milei, la jefa del partido libertario, y sienta un precedente para las elecciones legislativas nacionales para el Congreso de la Nación el 26 de octubre.
El presidente apostó inmenso capital político en la campaña de estos comicios que los disputó como si fueran unas elecciones nacionales y los convirtió en un plebiscito sobre su gestión ejecutiva.
En las urnas la gente dijo claramente NO a una política cruel de severos ajustes que golpeó a jubilados, discapacitados, a médicos, residentes, enfermeros, a la salud pediátrica, a las universidades públicas; paralizó las obras públicas; generó enorme desempleo, quebró empresas, comercios y desguazó organismos culturales, científicos, históricos.
También, una política que endeudó familias que solicitan préstamos bancarios para comprar comida y poder terminar el mes, y la gente parece haberse cansado de una retórica insolente, agresiva y mordaz.
Este domingo los bonaerenses acudieron a las urnas en una elección atípica por el desdoblamiento, la proscripción y encarcelamiento domiciliario de Cristina Kirchner y el enigma de la participación, aunque los electores bonaerenses respondieron positivamente y la asistencia a las urnas fue del 63 por ciento, indicó el Consejo Electoral.
Una victoria de LLA-PRO en PBA significaba una ratificación de esa política neoliberal extrema y la reafirmación del más radicalizado y exótico de los proyectos de ultraderecha que irrumpieron en democracias del mundo que inició Milei hace 20 meses y cuyos límites no se vislumbran.
Por el otro lado, el triunfo del peronismo muestra su altísima resiliencia y alumbra a un candidato presidencial competitivo, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, con vista a las elecciones de 2027, anticipan analistas.
Además, sugieren que el gobierno de Milei entra en lo adelante en zona de inestabilidad política y económica para la que no cuenta con experiencia política, ni densidad intelectual, ni estabilidad emocional.
El ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco, expresó que fue «un día histórico en la provincia de Buenos Aires. Es la primera vez que nuestra provincia organiza unas elecciones de manera desdoblada con respecto a las nacionales.»
«Nunca una provincia hizo unas elecciones con más de 14 millones de electores, más 40 mil mesas de votación y casi siete mil locales», afirmó.
Luego de gran demora y que le cambiaran el texto del discurso, Milei salió finalmente a hablar a quienes se reunieron en el bunker de LLA-PRO reconoció «sin ninguna duda» la derrota y sostuvo que «hay que aceptar los resultados», aunque insistió en que continuará con la misma política que ha venido implementando hasta ahora.
Otro detalle que llama la atención es el fracaso de las encuestadoras, solo tres acertaron que ganaba Fuerza Patria, aun así ninguna anticipó por el amplio margen.
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