En su comunicado, la entidad castrense acotó que aproximadamente 600 personas, presuntamente en connivencia con integrantes del grupo armado Carlos Patiño, del autodenominado Estado Mayor Central, obstaculizaron el despliegue de las tropas con el propósito de impedir el cumplimiento de sus funciones en la zona.
La fuente añadió que el suceso tuvo lugar en la vereda Los Tigres mientras tropas de la Fuerza de Despliegue Rápido número cuatro ejecutaban acciones militares como parte de la Operación Perseo II, desarrollada en la región conocida como Cañón del Micay.
El Ejército Nacional detalló que interpondrá las denuncias e iniciará las acciones legales correspondientes ante las autoridades competentes, con el fin de esclarecer el hecho, calificado por esa institución como una violación grave a los derechos fundamentales y a la Constitución.
Por su parte, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, escribió en sus redes sociales que, de la mano de la comunidad, se avanza en la identificación de las personas que participaron en la acción delictiva, con el fin de individualizarlas y llevarlas ante la justicia.
«Nuestra Fuerza Pública mantiene presencia en la zona para apoyar la transformación de las economías ilícitas y desmantelar los grupos criminales, respetando siempre los derechos humanos y Derecho Internacional Humanitario. Igualmente se adelantan todas las acciones necesarias para garantizar los derechos humanos de nuestros uniformados», refirió.
El presidente del país, Gustavo Petro, también se pronunció en torno a lo sucedido.
«El campesinado del Micay sabe que es hora de empezar la sustitución de cultivos de manera pacífica. Es la oportunidad. Dejen los soldados libres, pueden ser sus hijos. Los hijos de Colombia deben abrazarse y sobrevivir a sus padres. La comisión de diálogo esta lista y es palabra del presidente», pidió.
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