Según la nota se dio por «establecida la implicación, como cómplice en este crimen, de Andréi Guédzik, a quien se imputan la pertenencia a una asociación terrorista, comisión de acto de terrorismo, contrabando de artefactos explosivos, adquisición, almacenamiento, transporte y tenencia ilícitas de artefactos explosivos, y quien ha sido declarado en busca y captura». El ciudadano ucraniano Guédzik está incluido en la lista de terroristas de Rosfinmonitoring, la agencia nacional rusa contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.
Además, se han presentado cargos adicionales contra los otros cuatro implicados: Batuján Tochíev, Ajmadzhón Kurbónov, Ramazán Padíev y Róbert Safarián, de organización de asociación terrorista y pertenencia a la misma y acto de terrorismo que ha resultado en homicidio culposo.
El 17 de diciembre de 2024, el jefe de las tropas de protección radiológica, química y biológica de Rusia, Ígor Kirílov, y su asistente murieron como resultado de la detonación de un explosivo colocado en un patinete eléctrico que se encontraba estacionado a la salida de su residencia en el este de Moscú.
Según el Comité de Investigación de Rusia, el autor del atentado con bomba es el uzbeko Kurbónov, a quien la inteligencia ucraniana habría prometido una recompensa de 100 mil dólares y residencia en un país de la Unión Europea.
El hombre alquiló un automóvil en el que colocó una cámara Wi-Fi, que transmitía imágenes para los organizadores de ese atentado, que estaban en la ciudad de Dniepropetrovsk (Dnipró), en Ucrania.
Tras recibir la señal de la salida de Kirílov y su ayudante, el explosivo fue activado a distancia, según comunicó el Servicio Federal de Seguridad de Rusia.
Nacido el 13 de julio de 1970, Kirílov adquirió mucha visibilidad mediática en estos últimos años por acusar reiteradamente a Ucrania y Estados Unidos de preparar ataques con armas químicas y biológicas.
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