El documento establece que la futura Unión de Defensa asumirá la responsabilidad primaria en seguridad, aunque complementará a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a la que considera piedra angular de la arquitectura euroatlántica.

La CE también se propone ganar la carrera global de inteligencia artificial (IA) con la instalación de una red de fábricas especializadas en el continente.

El organismo comunitario puede liderar esta competencia con sus sistemas únicos de IA, señala el texto oficial, que apuesta por una economía totalmente digitalizada.

Por último, en el escalón de prioridades aparece la transición verde, para la cual La Unión Europea (UE) se considera líder en tecnologías limpias y con condiciones para una economía descarbonizada.

Analistas interpretan que el plan confirma cómo el concepto de confrontación desplazó la agenda ecológica como ideología económica central del bloque.

La CE detalló que los países agotaron los 150 mil millones de euros del plan SAFE para proyectos militares, además de impulsar créditos por 800 mil millones con el programa Preparación 2030.

Estas iniciativas, fuente la propia CE, se coordinan con los planes de la OTAN para elevar el gasto militar hasta el cinco por ciento del PIB.

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