La institución, creada el 6 junio de 2000 por la sede del Pacífico de la Universidad del país centroamericano (UCR) en Puntarenas, “estimulará el debate sobre hechos sociales, económicos, culturales, jurídicos y políticos, bajo un enfoque de amplio pluralismo ideológico y respeto a la libertad de pensamiento”, declaró la estudiosa en entrevista con Prensa Latina.
El ente conmemorativo propiciará “el intercambio de ideas a través de esta sede de la UCR, y las comunidades de la región del Pacífico Central, a partir del análisis del pensamiento martiano”, agrega un documento sobre las nuevas proyecciones facilitado por la Cátedra a esta agencia de noticias.
Según el texto, este diálogo se desarrollará tomando como eje la figura histórica de José Martí o algún aspecto relacionado con su pensamiento, ya sea filosófico, pedagógico, estético, literario, político o económico, enmarcado en su contexto decimonónico, con especial atención al ámbito geopolítico de la época.

Los investigadores que lideran esta entidad recuerdan que la figura de Martí está profundamente arraigada en la memoria colectiva y en la identidad de la ciudad portuaria de Puntarenas, a la que visitó en dos ocasiones, en 1893 y 1894.
Costa Rica le rindió hasta ahora al también líder independentista cubano “numerosos homenajes, entre ellos, la designación de su nombre al Liceo José Martí, una institución histórica de la ciudad”.
La entidad de la Sede del Pacífico –comenta el documento programático- no es un caso aislado. A lo largo de América Latina y el Caribe, distintas instituciones educativas y académicas han promovido cátedras martianas, con nombres y formatos variados.
Entre ellas -recuerda- destacan la Red de Cátedras José Martí en Argentina, las de las universidades cubanas y la de Guadalajara, “iniciativas que se articulan en la Red Internacional de Cátedras Martianas”.
Los impulsores de esta entidad tica recuerdan que “el pensamiento martiano sigue vigente en América Latina y el Caribe, y su estudio continúa de forma sostenida y comprometida, también mediante instituciones especializadas dentro del propio territorio de Cuba, como el Centro de Estudios Martianos en La Habana”.

La coordinadora Jiménez recuerda que temas como la ocupación de territorios indígenas y la globalización y su impacto en los sistemas educativos, «han sido abordados por la Cátedra desde el pensamiento crítico desarrollado en la vasta obra de Martí».
“Esto resulta especialmente relevante –reflexiona la pedagoga- en un contexto donde con frecuencia se importan modelos ajenos a las realidades latinoamericanas y caribeñas, que muchas veces, se adoptan de forma acrítica, perpetuando visiones y actitudes colonialistas”.
Para los investigadores ticos, en contraste, “el estudio sobre Martí permite a las comunidades reconocer su capacidad de generar pensamiento propio y valorar su voz en la construcción de saberes, al colocar a Nuestra América en un lugar central”.
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