El asambleísta alertó que esa situación pone en riesgo la vida de los pacientes renales en el país.

Samaniego divulgó que, de acuerdo con los datos del Ministerio, existen deudas con prestadores en todas las provincias y en algunos casos los valores superan los tres millones de dólares por clínica.

Esos centros especializados han advertido que sin fondos se verán obligados a suspender tratamientos debido a la imposibilidad de adquirir insumos médicos para los tratamientos.

“La vida no puede esperar”, expresó Samaniego en su cuenta de X, donde lamentó cómo miles de pacientes se juegan la vida porque no reciben su tratamiento a tiempo.

Para el parlamentario, la responsabilidad es del Gobierno y calificó la situación como negligencia e indolencia, al priorizar gastos en propaganda, viajes y contratos de lujo, mientras se incumplen obligaciones.

Pacientes renales y sus familiares han denunciado la crisis en esa área e incluso cerraron una vía en la provincia de Los Ríos la semana pasada como forma de protesta ante la urgencia.

Ecuador enfrenta una crisis en el sistema de salud pública debido a la falta de insumos y medicamentos en medio de un recorte presupuestario, que de acuerdo con Samaniego, pasó de tres mil 219 millones de dólares a dos mil 798 millones.

En respuesta, el Ejecutivo creó el Comité Nacional de Salud Pública y decidió realizar de forma centralizada y masiva la compra de fármacos, pues considera que la corrupción en hospitales es la principal causa del desabastecimiento.

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