El Centro de Estudios de la UIA indicó que la evolución de la actividad industrial se ubicó en 45,3 puntos en julio, por debajo del umbral de expansión por decimotercer relevamiento consecutivo. Eso significó una caída del 2,3 por ciento en el séptimo mes del año y produjo 4,3 por ciento menos que en diciembre de 2024. Eso se combina con un constante despido de trabajadores.

Entre las principales variables que analizó la UIA en el estudio que abarcó 787 empresas de diversas actividades, regiones y tamaños predominaron los resultados negativos: el 36,3 por ciento de las empresas redujo su producción respecto al promedio del segundo trimestre, mientras que el 21,8 por ciento reportó incrementos.

Además, el 43,5 por ciento de las compañías reportó bajas en las ventas y solo el 18,6 por ciento aumentos. En cuanto a las exportaciones, el 30,5 por ciento de las firmas encuestadas anunció caídas, mientras 16,6 por ciento consiguieron exportar.

En materia de empleo, el 24,4 por ciento de las empresas redujo su dotación de personal, alcanzando la desocupación su nivel más alto, similar al de abril del año pasado.

El sector empresarial, desalentado, moderó su optimismo futuro y 40,1 por ciento advirtió por la caída de la demanda interna como la principal preocupación, seguida por el aumento de costos (21,4 por ciento).

Una menor proporción de compañías avizora mejoras en su situación económica en meses venideros (48,6 por ciento contra 57,8 por ciento en el relevamiento anterior), y más de la mitad advirtió por el incremento en la oferta informal de productos similares a los suyos por contrabando.

dfm/mh