El mandatario comunicó la cifra este viernes en entrevista radial con un medio local, donde lamento que esa derrota jurídica atrase las negociaciones arancelarias con Estados Unidos.
El fallo cierra más de una década de disputas en torno a la responsabilidad por los daños ambientales causados por Texaco —adquirida por Chevron en 2001— durante sus operaciones en la Amazonía ecuatoriana entre 1964 y 1990.
Durante ese tiempo, Texaco vertió más de 80 mil toneladas de residuos tóxicos y petróleo en un área de cerca de 500 mil hectáreas. Mientras cortes nacionales condenaron a la compañía a pagar más de nueve mil millones de dólares a comunidades indígenas y campesinas, el tribunal internacional calificó esa sentencia como “inejecutable”. Para la abogada ecuatoriana Mónica Luzarraga, el caso refleja no solo la debilidad de la defensa jurídica del Estado, sino también un patrón de “entrega deliberada”.
“¿Perdimos o nos dejaron perder? (…) Carondelet hoy en día es la sede de un negocio personal y familiar que vale más que la defensa del país; no es incapacidad, es entrega deliberada, es hipotecar la soberanía a cambio de una comisión familiar», cuestionó..
El arbitraje internacional ha sido duramente criticado por organizaciones sociales y ambientalistas, que consideran que Ecuador ha quedado doblemente vulnerado: por los daños ambientales sin reparación en la Amazonía y por el costo millonario que ahora deberá asumir el Estado.
Si bien la sentencia se conocía desde 2018, faltaba definir el monto del pago a la transnacional del crudo, pese a los daños causados a Ecuador.
oda/avr





