La entidad estimó que esos combustibles, los más utilizados a nivel nacional, subirán 13 centavos y pasarán a costar 2,879 dólares por galón.
El Gobierno ecuatoriano aplica desde 2024 un sistema de bandas que ajusta mensualmente los precios de las gasolinas según la cotización internacional del petróleo.
El mecanismo permite alzas de hasta un cinco por ciento o reducciones de hasta el 10 por ciento, y busca disminuir el gasto estatal en subsidios.
En agosto, el presidente Daniel Noboa modificó la fórmula de cálculo para los combustibles, incorporando nuevos factores como el costo de capital promedio y las utilidades de la petrolera estatal Petroecuador.
Según el gremio de distribuidores, este cambio hará que los consumidores paguen más al reducirse el subsidio estatal.
En contraste, la gasolina Súper, de mayor octanaje y sin subsidio, bajará 10 centavos a 3,47 dólares por galón, al estar sujeta únicamente a la evolución del mercado internacional.
Desde que Noboa decidió comenzar a variar los valores de las gasolinas, dirigentes sociales advirtieron que eso implica “elevar el costo de la vida y condenar a más ecuatorianos a la pobreza”.
Pese a algunas protestas en 2024, el gobierno de Noboa no enfrentó gran resistencia a la eliminación de los subsidios a los combustibles, como ocurrió en 2019 y 2022, cuando diversos sectores sociales salieron a las calles en históricas manifestaciones contra los intentos de aplicar esa medida.
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