La plaza Meskel acogió las actividades durante las cuales el vicealcalde capitalino, Jantirar Abay, destacó la GERD no solo como proyecto energético transformador, sino también como símbolo de unidad y progreso nacional. «La GERD refleja la determinación colectiva y la resiliencia del pueblo etíope», subrayó.

Abay reiteró que la celebración de esta jornada por la finalización del dique, construido en 14 años, se trata del espíritu de un pueblo que lo financió casi en su totalidad. La presa refleja la visión y determinación compartidas de una nación, aseveró.

La Gran Presa del Renacimiento Etíope fue inaugurada oficialmente el 9 de septiembre por el primer ministro Abiy Ahmed, con la asistencia de los mandatarios de Djibouti, Sudán del Sur, Somalia, Kenya y la jefa de gobierno de Barbados, Mia Mottley, resaltando la importancia regional e internacional del proyecto.

También asistieron el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Mahmoud Ali Youssouf, y los secretarios ejecutivos de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para África, Claver Gatete, y de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo, Workneh Gebeyehu.

La presa genera más de cinco mil megavatios de electricidad, lo que impulsa significativamente la capacidad energética y el desarrollo económico continuo del país.

Más allá de su impacto técnico y económico, el GERD representa un sueño nacional realizado gracias a los sacrificios y contribuciones de ciudadanos etíopes dentro y fuera del territorio nacional mediante la venta de bonos y las donaciones de parte sus salarios.

kmg/nmr