Precisó que el objetivo es impulsar la regeneración física, urbana y ambiental de las riberas, actualmente ocupadas por asentamientos humanos.
El referido decreto designa a la Unidad Ejecutora para la Readecuación de Barrios y Entornos (Urbe) como responsable de ejecutar los trabajos, que incluyen remozamiento, construcción y adecuación de infraestructuras y vías.
Urbe también deberá garantizar procesos de socialización con las comunidades, promover la participación ciudadana, proteger los derechos de los residentes y gestionar su reubicación en los casos necesarios, fomentando un desarrollo sostenible y equitativo.
En tanto, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales tendrá a su cargo la responsabilidad técnica y ambiental del proyecto.
Esta institución velará por la evaluación y supervisión de las actividades, asegurando el cumplimiento de los estándares nacionales e internacionales de protección ambiental y manejo sostenible de los recursos naturales.
De igual forma, el Ministerio deberá implementar medidas de conservación orientadas a preservar la biodiversidad y los ecosistemas acuáticos, forestales y ribereños vinculados a los ríos Ozama e Isabela.
El Ozama es un río que nace en la Loma Siete Cabezas, en la Sierra de Yamasá. Debido a su profundidad es considerado el cuarto más importante del país.
El río Isabela es uno de los más importantes del área metropolitana de Santo Domingo. Su cauce es vital para el desarrollo urbano e industrial de la capital, aunque en la actualidad enfrenta serios desafíos relacionados con la contaminación y el uso desordenado de su entorno.
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