El retroceso estuvo impulsado principalmente por la caída en los sectores de hierro y acero básico, productos metálicos y maquinaria, que redujeron la producción en 3,3 por ciento y restaron 0,7 puntos porcentuales al total.

Asimismo, la división de madera, papel, edición e impresión disminuyó 1,8 por ciento, contribuyendo con 0,2 puntos porcentuales negativos.

En términos desestacionalizados, la producción manufacturera bajó 0,5 por ciento respecto a junio de este año, tras aumentos de 0,4 y 2,3 por ciento en los dos meses previos.

Sin embargo, en el acumulado trimestral hasta julio, el indicador creció 2,5 por ciento frente al trimestre anterior, con siete de las diez divisiones mostrando incrementos.

Las mayores contribuciones positivas, acorde con el reporte, provinieron de los alimentos y bebidas (3,4 por ciento), productos petrolíferos, químicos, caucho y plásticos (4,1 por ciento) y vehículos y equipos de transporte (4,8 por ciento).

Por su parte, las ventas manufactureras ajustadas por estacionalidad descendieron 0,3 por ciento en julio en comparación con junio.

En contraste, entre mayo y junio, se habían registrado incrementos mensuales de 1,9 y 2,2 por ciento.

Asimismo, en el trimestre móvil finalizado en julio, las ventas aumentaron 2,6 por ciento respecto al trimestre anterior, apoyadas principalmente por el crecimiento en los sectores de alimentos y bebidas (4,9 por ciento) y productos petrolíferos, químicos, caucho y plásticos (4,4 por ciento).

Esos resultados, comentan expertos, reflejan la volatilidad experimentada en la actividad manufacturera durante el período, con ciertas ramas mostrando dinamismo mientras otras enfrentan contracciones.

La tendencia trimestral positiva tanto en producción como en ventas puede indicar señales de recuperación y estabilidad en el sector industrial.

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