El ministro de Ambiente uruguayo, Edgardo Ortuño, dijo que así fue aprobada una propuesta de su país en reciente reunión de ministros de 22 países de la región que tuvo lugar en México, preparatoria para la COP30 en la ciudad amazónica brasileña de Belén.

Ortuño afirmó que su país emprende el último tramo de la preparación para esa cita, en la que participan ministerios y otras instituciones involucradas en los temas relacionados con el medio ambiente y el impacto climático.

Fue en un encuentro en la sede de la cancillería, con la participación también de los titulares de los ministerios de Relaciones Exteriores, y de Industria, Energía y Minería (MIEM); Miguel Lubetkin y Fernanda Cardona, respectivamente.

Será la cumbre de la verdad, dijo Ortuño, en referencia a la frase del presidente brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, anfitrión del encuentro, sobre la gravedad de la crisis ambiental caracterizada por el aumento sostenido de los gases con efecto invernadero, los embates del cambio climático y la pérdida de la biodiversidad.

Reclamó la necesidad del financiamiento y transferencia tecnológica para atender estas urgencias que, subrayó, precisan de la justicia ambiental y económica.

Por su parte el canciller Lubetkin afirmó que Uruguay defenderá el multilateralismo y reconoció el rol de los estados y de la sociedad civil para asumir los retos del medio ambiente.

La titular del MIEM subrayó que su país llega a Belén con resultados en la transición energética por la que hoy el 95 por ciento de la electricidad se produce con energías renovables.

Además con pasos hacia la descarbonización de la economía, por la cual se pretende llegar al 2030 con la electrificación del 50 por ciento del parque de transporte colectivo, entre otras temas.

Será una etapa más compleja y costosa pues se trata de la implementación de tecnologías en pleno desarrollo, subrayó.

También intervino el representante del sistema de Naciones Unidas aquí, Pablo Ruíz, quien significó que cuando se cumplen 80 años de la ONU, las tratativas sobre el cambio climático demuestran la necesidad de apelar al diálogo en momentos “complicados” para la humanidad.

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