“Lo que hemos hecho es salir del foco sobre las víctimas y poner el foco en los victimadores (…), nos hemos focalizado en el discurso de poder de la Iglesia y los perpetradores como curas, como obispos, como provinciales de orden, como directores de colegio, etcétera”, aseguró ante la prensa la activista feminista María Galindo.

Destacada creadora de contenidos y líder de Mujeres Creando, Galindo participó en la creación de esta obra junto a las artistas plásticas Esther Argollo y Danitza Luna.

La obra permanece accesible al público hasta el 2 de octubre con entrada libre en el Centro Cultural de España (avenida Camacho 1484, La Paz).

Esta propuesta artística aborda elementos simbólicos de la Iglesia católica como el cura, la iglesia como recinto y el discurso de santidad, el púlpito, el relato de los hechos bíblicos y el discurso de la perfección, el altar y la oración.

Sin embargo, según Luna, plantea también “un espacio de reversión del dolor de las víctimas”, con lo cual logra que la sociedad tenga una posición crítica frente a esta problemática que azota al mundo.

En el caso de Bolivia, esta denuncia tiene como trasfondo el escándalo que estremece los cimientos de la Iglesia católica en el Estado Plurinacional desde que el 30 de abril de 2023 el periódico español El País desveló el contenido del diario del jesuita de origen valenciano Pica Pedrajas.

Pica indicó en ese texto que abusó al menos de 85 niños, niñas y adolescentes, la mayoría de ellos en el país andino-amazónico, y que confesó esos delitos a otros párrocos.

La onda expansiva del escándalo generó una ola de indignación en toda Bolivia y como resultado salieron a la luz otros delitos sexuales de sacerdotes que fueron encubiertos por la jerarquía católica y ahora son denunciados por las víctimas.

Muchos de esos niños y adolescentes becados en el prestigioso internado Juan XXIII de Cochabamba figuran entre los denunciantes de un expediente que dio lugar a una investigación de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y que llevó al banquillo de acusados a varios sacerdotes jesuitas por encubrimiento, ya que otros curas pederastas habían fallecido.

Finalmente, el 2 de septiembre último, en un acontecimiento sin precedentes, la justicia boliviana condenó a un año de prisión a dos sacerdotes jesuitas españoles por encubrir las ilícitas de Pica Pedrajas.

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