En una entrevista concedida al canal de noticias sirio Ikhbariya TV, el mandatario subrayó que los vínculos con Moscú abarcan múltiples sectores y representan un legado que debe ser preservado con equilibrio, visión estratégica y respeto mutuo.
Debemos afrontar los desafíos del pasado con dinamismo, pero sin quedarnos anclados en él. Lo fundamental es que nuestras relaciones se basen en la soberanía siria y la independencia en la toma de decisiones, siempre priorizando los intereses nacionales, afirmó.
Al-Shara sostuvo que cualquier transformación en la estructura del Estado debe enmarcarse en una estrategia clara y definida, y subrayó que a Siria le conviene mantener relaciones estables y serenas con Rusia, sin descuidar su posicionamiento internacional más amplio.
En ese sentido, remarcó que Damasco ha logrado mantener buenas relaciones con Estados Unidos y países occidentales, al tiempo que ha fortalecido sus lazos con naciones de la región como Turkiye, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Catar, Jordania, Líbano e Irak. Igualmente, subrayó avances importantes en la cooperación con Egipto.
Respecto a la relación con Irán, el presidente sirio reconoció la existencia de tensiones, pero descartó una ruptura definitiva. La herida con Irán es más profunda, pero no hablamos de un quiebre permanente, aclaró.
Finalmente, el jefe de Estado destacó la capacidad de Siria para manejar las contradicciones del escenario global, gracias al esfuerzo diplomático desplegado durante los últimos nueve meses, al respaldo de su pueblo y a la relevancia geoestratégica que sigue teniendo el país en la región y a escala internacional.
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