De acuerdo con el estudio, a pesar de la reducción en la pobreza monetaria del 26.3 por ciento en 2013 al 21.7 por ciento en 2023, las brechas entre provincias, áreas urbanas y rurales o grupos étnicos y etarios, siguen siendo marcadas.
La realidad paralela al ajetreo entre los altos rascacielos de la urbe, señala la investigación, se vive con mayor incidencia en Darién, Bocas del Toro y las comarcas Ngäbe Buglé, Guna Yala y Emberá-Wounaan, donde el porcentaje de personas cuyos ingresos monetarios se encuentran por debajo de la línea de pobreza general es mayor.
A pesar de que los datos del Censo de Población de 2023 —en el que se basó Unfpa— reflejan que hubo una reducción en los niveles de pobreza en provincias y comarcas desde 2013, ocurre que se han ampliado las diferencias entre las provincias con mayor y menor resultado en este indicador.
La comarca Ngäbe Buglé, región del país con mayor población por debajo de la línea de pobreza (87,2 por ciento), tuvo una proporción que superó en nueve veces a la provincia con menor condición de pobreza monetaria: Los Santos (9,7 por ciento), una diferencia que aumentó 3,5 puntos entre 2013 y 2023, revela ese informe.
También irrumpen con la media de pobreza en el país las provincias de Bocas del Toro y Darién, a los extremos oeste y este del país y fronterizos con Costa Rica y Colombia. Muy de cerca le acechan las provincias centrales de Veraguas y Coclé.
En estas provincias y comarcas también hay menor acceso a los servicios públicos. Son las que más sufren de múltiples problemas a la vez en sus viviendas: falta de agua potable, luz eléctrica y servicio sanitario.
En ellas es más habitual encontrar casas con piso de tierra y que cocinan a leña que en el resto del país (con la excepción de Emberá-Wounaan), precisa la pesquisa.
El informe señala que los niños indígenas entre seis y 11 años son quienes más problemas tienen para acceder a la educación. Sus pares no indígenas superan en una proporción de siete puntos la asistencia a escuelas.
A nivel nacional, cerca de 120 mil infantes entre cuatro y 17 años no asisten a ningún centro educativo, según el Censo de 2023. Casi ocho de cada 10 nunca han asistido a un plantel y de ellos, la gran mayoría corresponde a la etapa preescolar.
Sobre las razones del abandono de la escuela, 30 por ciento lo hace por no contar con una oferta educativa cercana, indicó Unfpa.
oda/ga





