Ambas entidades afirmaron en un comunicado conjunto, que desde inicios de 2025, más de 238 mil sirios retornaron desde territorio libanés a través de este mecanismo, que busca facilitar una repatriación segura, digna y sostenible, en coordinación con la Dirección General de Seguridad libanesa, el Ministerio de Asuntos Sociales y otras autoridades competentes.
Como parte del programa, un nuevo convoy conjunto transportó a aproximadamente 300 refugiados sirios desde distintas regiones del Líbano hacia sus localidades de origen en Siria, principalmente en las gobernaciones de Homs, Hama e Idlib.
Previo a la salida, equipos técnicos de Acnur y OIM llevaron a cabo evaluaciones de necesidades, ofrecieron asistencia financiera, asesoría jurídica, información sobre el retorno y ayuda básica, además de coordinar el traslado de pertenencias personales en camiones y autobuses.
Esta operación forma parte de una serie de movimientos organizados, que comenzó a fines de julio pasado con el retorno de 72 personas, y continuará en las próximas semanas según un calendario definido por las agencias.
El retorno de los refugiados sirios ha sido objeto de amplio debate en el Líbano, país que aún alberga a más de un millón de sirios, lo que representa una presión constante sobre la economía, los servicios públicos y la estructura social.
Aunque el programa de retorno voluntario se realiza con el consentimiento de los refugiados y bajo criterios humanitarios, sectores políticos libaneses insisten en acelerar el proceso como parte de una estrategia nacional para aliviar la carga migratoria.
Desde la ONU se insiste, no obstante, en que el retorno debe ser voluntario, seguro e informado, y que no puede sustituir a soluciones estructurales que aborden las causas profundas del desplazamiento.
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