“Nosotros no vamos a permitir que se altere el orden, la paz, es un mensaje claro para no dejar que se altere la paz”, señaló el funcionario.
Reimberg manifestó que comprende la situación de cada sector, pero defendió la medida de eliminar el subsidio porque, en su opinión, ayudará a frenar el contrabando de combustibles a través de las fronteras, además del ahorro al Estado para aprovechar de mejor manera los recursos.
El presidente de la Federación de Transporte Terrestre de Pichincha, Carlos Brunis, anunció que decidieron suspender el servicio desde este lunes “hasta que la autoridad nos llame a una mesa de trabajo, una mesa técnica, para que podamos conocer cómo fue el proceso para llegar a este incremento”.
El viernes pasado, el Gobierno ecuatoriano informó sobre la eliminación del subsidio al diésel, por lo que el precio de ese combustible pasó inmediatamente de 1,80 a 2,80 dólares por galón.
Otros sectores se han pronunciado contra la decisión del Ejecutivo, entre ellos la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que calificó la medida como un “nuevo paquetazo” y advirtió que “el Gobierno está llevando al límite la paciencia popular”.
Desde el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) advirtieron que el incremento del valor del combustible “se trasladará inmediatamente a los precios de los productos de primera necesidad” y criticaron al Gobierno de Daniel Noboa por profundizar la crisis en los hogares.
La decisión del Ejecutivo de subir precio fue celebrada por sectores empresariales, mientras las autoridades esperan ahorros anuales de mil 100 millones de dólares.
Esos recursos se dirigirán a “cerrar brechas sociales”, de acuerdo con la ministra de Economía y Finanzas, Sariha Moya.
Paralelamente, el Gobierno divulgó medidas de compensación que van desde bonos de mil dólares por ocho meses para los buses urbanos, compra de tractores para agricultores y bonos de ayuda para productores.
A pesar de esas acciones, las críticas apuntan a que dejar sin subsidio al diésel responde a compromisos con el Fondo Monetario Internacional e impactará directamente en el costo de vida.
Eso se suma al alza progresiva de las gasolinas Extra y Ecopaís, de bajo octanaje, bajo el sistema de bandas, que esta semana subieron 13 centavos y están disponibles a 2,87 dólares por galón en medio de los cuestionamientos al Gobierno sobre el impacto social de su política económica.
oda/avr





