La vocera del Gobierno, Carolina Jaramillo, ofreció este lunes desde esa localidad de la sierra ecuatoriana su habitual rueda de prensa semanal, donde afirmó que mover la sede es una potestad del mandatario y tiene una implicación política.

La decisión de Noboa de ir a Latacunga con el gabinete se da en un contexto de tensión tras los pronunciamientos de rechazo a la eliminación del subsidio al diésel, combustible utilizado fundamentalmente para el transporte de carga y pasajeros.

“En otros gobiernos en situaciones similares, los gobernantes se escondían. Por el contrario, Noboa ha venido a supervisar en el territorio el cumplimiento de la redistribución de incentivos sociales, el programa más ambicioso en la historia de Ecuador”, destacó Jaramillo.

La portavoz se refería a las medidas que adoptó la administración para intentar disminuir el impacto del fin del subsidio, una decisión que organizaciones sociales, sindicales, indígenas y estudiantiles calificaron como un “paquetazo neoliberal”.

En relación con el traslado gubernamental a Latacunga, el ministro del Interior, John Reimberg, indicó que no hay un tiempo definido, que será por «las semanas que sean necesarias».

El abogado constitucionalista Gonzalo Muñoz explicó en entrevista con la emisora local Radio Pichincha que esa es una facultad del presidente, “pero debe tener una formalidad, debe ser decretada dentro de un estado de excepción y en este caso no se ha dado así».

Aclaró que aunque se pueden presentar demandas, todos los actos jurídicos que el presidente realice desde Latacunga van a ser válidos.

El también abogado Ramiro Ávila consideró que el traslado de la sede del Ejecutivo justamente a Latacunga, capital de Cotopaxi, responde a una decisión política.

“Al Gobierno no le importa lo que dice o no dice la Constitución (…) Tiene relación directa con una estrategia política, relacionada con las movilizaciones. Me parece que tiene una dedicatoria particular al liderazgo de Leonidas Iza», expresidente del movimiento indígena, opinó Ávila.

La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, bajo el liderazgo de Iza, protagonizó en 2019 y 2022 los históricos paros nacionales en contra de posturas también neoliberales de los entonces gobiernos de Lenín Moreno y Guillermo Lasso, quienes buscaron eliminar los subsidios a los combustibles.

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