Un comunicado de esa entidad precisa que en la capital del istmo se darán cita más de 500 representantes a nombre de gobiernos, sociedad civil y académicos de 196 países para analizar los esfuerzos contra la desertificación, la degradación de las tierras y la sequía.
Esos tres ejes de debate son parte del único tratado mundial jurídicamente vinculante en la materia, una de las tres Convenciones de Río, junto con las de biodiversidad y clima, trascendió.
En declaraciones a la prensa, la secretaria ejecutiva de esa Convención, Yasmine Fouad, comentó que las graves sequías y la pérdida de tierras fértiles ya están afectando a la producción de alimentos y energía, desarraigando a las comunidades rurales y amenazando los medios de vida de millones de personas, sobre todo en América Latina y Caribe.
Al acoger este foro, agregó, Panamá se sitúa en el centro de la respuesta colectiva, que demuestra con gestos como su compromiso nacional con la naturaleza y con la iniciativa regional del Corredor Seco.
Durante unos cuatro días de sesiones, dijo, los expertos examinarán los progresos realizados y harán recomendaciones para alcanzar los objetivos de prevenir y revertir la degradación de las tierras y fomentar la resiliencia frente a la sequía para 2030.
A nivel global se pierden casi 100 millones de hectáreas de tierra sana al año y la aridez ha aumentado en más del 70 por ciento de la superficie terrestre en los últimos 30 años.
Por su parte, Panamá ha reportado en los años 2023 y 2024 los mayores niveles de falta de agua debido al fenómeno El Niño, que afectó sensiblemente las operaciones del Canal y el suministro del vital líquido a la población.
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