Un alto funcionario sirio, citado por la agencia Reuters, confirmó que Ankara sopesa un nuevo despliegue militar en el norte de Siria, al considerar la autonomía kurda como una amenaza directa a su seguridad nacional.
Según declaró, Türkiye percibe un margen de acción respaldado por Estados Unidos y podría actuar de manera unilateral si no hay avances sustanciales en los compromisos acordados.
El ministro de Asuntos Exteriores de Türkiye, Hakan Fidan, reiteró estas preocupaciones durante recientes declaraciones, donde acusó a las FDS de retrasar la aplicación del acuerdo y de intentar capitalizar la crisis regional para consolidar su control territorial.
Fidan denunció también la supuesta infiltración de miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán desde Iraq e Irán para apoyar a las fuerzas kurdas en Siria, algo que, dijo, constituye una línea roja para Ankara.
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