Como parte de esta conmemoración, la víspera tuvo lugar una ceremonia de colocación de ofrendas florales en el epicentro político y kilómetro cero de la nación andino amazónica, la Plaza Murillo.
“Con la colocación de esta ofrenda floral, la embajada de México honra a quienes dieron sus vidas por la libertad, pero también celebra la hermandad profunda que nos une con el noble pueblo de Bolivia”, afirmó ante funcionarios gubernamentales y una amplia representación del cuerpo diplomático acreditado el embajador mexicano Eduardo Sosa Cuevas.
Enfatizó Sosa en que Bolivia y México comparten una historia marcada por la diversidad y el mestizaje, que los configuran como naciones plurinacionales.
“Ambos surgimos de un mismo tiempo histórico bajo los virreinatos coloniales -evocó el embajador-, y ambos recorrimos caminos azarosos hasta conquistar la independencia. Hoy, a más de dos siglos de aquellas gestas, México y Bolivia se mantienen firmes en la defensa de su soberanía, en la autodeterminación de sus pueblos y en su vocación pacifista frente a los retos del mundo”.
Resaltó Sosa que 2025 es un año de particular significado porque México conmemora 215 años de su movimiento independentista y Bolivia celebra 200 años de vida independiente.
“Estas fechas nos recuerdan que nuestra historia está entrelazada y que nuestro futuro también debe estarlo. México, a lo largo de estos 215 años, ha logrado consolidarse como un actor con peso específico en el ámbito internacional”, acotó la autoridad.
Advirtió, sin embargo, que más allá de datos y cifras, y de su evidente presencia global, lo que distingue a México es su política exterior basada en el respeto, la cooperación, la solidaridad y el compromiso con la paz.
Respecto a la relación con Bolivia, señaló que es hoy ejemplo de esta cercanía, pues los vínculos entre ambos gobiernos, instituciones y un diverso número de actores privados y públicos, se han fortalecido y permiten avanzar en proyectos comunes para el bienestar de nuestros pueblos.

“Este acto solemne se enriquece con la presencia de embajadas y consulados, amigas y amigos de todos los continentes, que se suman como testigos de la amistad entre México y Bolivia”, dijo el embajador.
“Que esta ofrenda floral, depositada en el corazón político de Bolivia, lugar donde acaeció uno de los primeros actos libertarios de nuestra región, honre a la memoria histórica, y sea una promesa hacia un porvenir digno, próspero y fraterno para nuestros pueblos y para toda América Latina”, concluyó el diplomático mexicano.
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