El documento fue adoptada durante una reunión tripartita celebrada en esta capital, en la que participaron el canciller sirio, Asaad Hassan Al-Shaibani; el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Hachemita de Jordania, Ayman Safadi; y el enviado especial de Estados Unidos para Siria, Thomas Barrack.
Según el comunicado oficial, la hoja de ruta parte del respeto a la soberanía y unidad territorial de Siria, y afirma el compromiso de los tres países de trabajar conjuntamente para superar la crisis en Sweida sobre la base de la igualdad de todos los ciudadanos sirios.
El documento destacó que la estabilidad de Siria es esencial para la paz regional, y subrayó la necesidad de impulsar un proceso político inclusivo, liderado por Siria, que restaure sus instituciones, promueva la reconciliación nacional y garantice el respeto a la diversidad y al Estado de derecho.
Entre las medidas acordadas figuran el envío continuo de ayuda humanitaria y médica a Sweida, en cooperación con agencias de la ONU, y restablecer los servicios básicos en la gobernación, con apoyo internacional para la financiación.
Asimismo, se retirará a combatientes civiles y se desplegará fuerzas policiales entrenadas para asegurar la estabilidad. Además, se procederá a investigar las violaciones ocurridas durante los recientes enfrentamientos y exigir responsabilidades legales a los implicados.
De igual manera, se redactarán leyes contra el discurso de odio y se hará esfuerzo por promover una narrativa nacional unificadora.
Se acordó crear un mecanismo conjunto entre Siria, Jordania y Estados Unidos para supervisar la implementación del plan, respetando plenamente la soberanía nacional.
En paralelo, Washington se comprometió a trabajar, en consulta con Siria, para alcanzar acuerdos de seguridad con Israel sobre el sur sirio, abordando preocupaciones legítimas de seguridad sin comprometer la integridad territorial del país árabe.
Las reuniones previas realizadas en Amán, los días 19 de julio y 12 de agosto, permitieron avanzar hacia este consenso, que fue celebrado por la Cancillería siria como un paso significativo hacia la paz duradera en el sur del país.
Este esfuerzo conjunto constituye una expresión clara de la voluntad política para avanzar hacia una solución constructiva y práctica que garantice la estabilidad y la unidad del pueblo sirio, concluyó el comunicado oficial.
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