El opositor Partido Popular (PP), liderado por Alberto Núñez Feijóo, volvió a cargar contra el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, señalado por las tramas de corrupción que salpican a los socialistas y a su familia.
Si bien Feijóo llegó a decir que con tal de perpetuarse en el poder, Sánchez es capaz de pactar hasta con Netanyahu (Benjamín, primer ministro de Israel), luego fue cuestionado por no hacer una firme condena al genocidio en Gaza.
«Todo el mundo sabe que usted pactaría hasta con el señor Netanyahu (…)”, para luego subrayar que no va a consentir que use las muertes en Gaza «contra los españoles que no le votan».
En tanto, a vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, señaló al líder del PP de hacer malabarismo y no aclarar la postura de su partido sobre Gaza.
Montero, que recalcó sin ambages que Israel está cometiendo un genocidio contra el pueblo palestino, aseguró que «la historia juzgará: pondrá a este Gobierno al lado de la legalidad internacional, al lado de los derechos humanos, y pondrá al PP al lado de los cobardes que están callados mientras se asesina a miles de personas en Gaza».
Desde Egipto, donde realiza una visita de Estado, el rey de España, Felipe VI, deploró la masacre de civiles en Gaza y se pronunció por un alto el fuego y una solución pacífica duradera en el Medio Oriente.
También en El Cairo, acompañando a Felipe VI y a la reina Letizia, el canciller español, José Manuel Albares, adelantó que en cuestión de días, el Consejo de Ministros aprobará un real decreto para el embargo de armas a Israel.
El apoyo explícito de Sánchez a las protestas que obligaron a suspender la etapa final de la Vuelta Ciclista a España, y el anuncio de la directiva de RTVE de no participar en el próximo Festival de Eurovisión si lo hace Israel, colocaron al país ibérico en un liderazgo en las condenas a la beligerancia de Tel Aviv.
No obstante, la postura ambigua y hasta contraria (por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso) del PP, y cambiante en el caso de la ultraderecha de Vox, colocaron el debate en otra tesitura.
El sector de la cultura dio un paso adelante, con la participación de algunos artistas en la flotilla humanitaria con destino a Gaza, y la lectura en varios escenarios, de los nombres de los niños palestinos asesinados por Israel.
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