«Si me tocara vetar, pueden estar seguros de que lo haría. Pueden estar seguros de que lo haría», señaló Lula en entrevista concedida a la cadena británica BBC y amplificada por medios locales.
La declaración emergió en un momento de alta tensión política, pues Bolsonaro fue condenado la semana pasada a 27 años y tres meses de prisión por intento de golpe de Estado tras las elecciones de 2022.
El Supremo Tribunal Federal lo responsabilizó de articular un plan para desconocer los resultados en las urnas y mantenerse en el poder.
Lula negó que el fallo haya tenido motivaciones políticas. «Sinceramente, hubiera preferido que no hubiera cometido ningún delito. Pero tenía derecho a defenderse. Se le presumía inocente y fue condenado», expresó.
Bajo la presidencia de Hugo Motta, la Cámara de Diputados aprobó el trámite de urgencia para el proyecto de amnistía.
Con ello, la propuesta avanza directamente al pleno, sin pasar por las comisiones. Si obtiene el respaldo de la mayoría, será enviada al Senado y, en última instancia, al presidente para su sanción o veto.
En la misma entrevista, Lula cuestionó la aprobación de la llamada PEC da Blindagem (Propuesta de Enmienda a la Constitución del Blindaje), que busca restringir la apertura de procesos judiciales contra parlamentarios.
«Si fuera congresista, votaría en contra. Si fuera presidente de mi partido, recomendaría votar en contra», indicó.
También el mandatario dedicó duras críticas a su homólogo estadounidense Donald Trump, quien impuso un arancel del 50 por ciento sobre productos brasileños.
«Las acusaciones y declaraciones del presidente Trump contra Brasil son eminentemente políticas. No tienen nada que ver con el comercio», aseguró Lula.
Recordó que Estados Unidos mantiene un superávit acumulado de 410 mil millones de dólares con Brasil en los últimos 15 años, lo que, a su juicio, desmonta cualquier argumento de desequilibrio comercial.
Según el fundador del Partido de los Trabajadores, la medida refleja la postura política de Bolsonaro y no responde a criterios económicos.
«Lamento profundamente que un presidente de otro país no respete la soberanía de otro Estado, ni su Poder Judicial, ni su Corte Suprema”, afirmó.
El próximo domingo Lula viajará a Nueva York para participar en la Conferencia de la ONU. Consultado sobre la posibilidad de un encuentro con Trump, contestó: «Y si pasa por mi lado, lo saludo porque soy un ciudadano civilizado. Hablo con todo el mundo. Le doy la mano a todo el mundo. Nací en la vida política negociando. Para mí, no hay problema», subrayó.
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