Medios locales reportaron este miércoles el fallecimiento en la provincia andina de Tungurahua de un paciente que participaba en un plantón frente al Hospital General Docente de Ambato para exigir insumos esenciales para continuar su tratamiento de hemodiálisis y diálisis peritoneal.

La muerte del hombre se suma a otros dos fallecimientos recientes de pacientes renales y a una persona en estado crítico, según denunciaron familiares y pacientes que se movilizan desde hace semanas para exigir suministro continuo de insumos vitales.

Respecto a ese caso, el Ministerio de Salud informó que el paciente murió por un paro cardíaco luego de recibir hemodiálisis.

Por su parte, la ecuatoriana Andrea Fajardo denunció ante la Comisión de Protección Integral a Niñas, Niños y Adolescentes de la Asamblea Nacional que su hijo, recién nacido, fue encontrado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario con una sonda sucia, cubierto de hormigas y sin los medicamentos necesarios.

El bebé nació el 10 de septiembre y la madre no pudo verlo hasta cuatro días después.

Legisladores advirtieron que el caso refleja graves fallas en el sistema hospitalario, donde se han reportado 12 muertes neonatales entre el 20 de junio y el 20 de agosto por la bacteria Klebsiella pneumoniae, de acuerdo con un informe presentado por Viviana Veloz, de la Revolución Ciudadana (RC).

Esas cifras contrastan con las del Ministerio de Salud, que reporta solo dos fallecimientos por esa bacteria y aseguran que no se reutilizan cánulas en cuidados intensivos.

El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, anunció la semana pasada que prevé invertir unos 200 millones de dólares en la compra de medicamentos para el sistema público, cuya crisis el Ejecutivo achaca, fundamentalmente, a la corrupción.

La actual situación del sector sanitario transcurre mientras el Gobierno entrega compensaciones monetarias a transportistas ante el fin del subsidio al diésel “en tiempo récord”, como señaló el Secretario General de Integridad Pública, José Julio Neira.

En respuesta, la legisladora de la RC Jahiren Noriega comentó que “en tiempo récord hubiera sido bueno que les paguen a las clínicas dializadoras para que los pacientes no mueran esperando su tratamiento. No es que no había plata, la tenían guardada para aguantar este golpe entregando dádivas para evitar movilizaciones”.

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