“Hace muchísimo tiempo que no crece el Ecuador así”, señaló Noboa en una entrevista este miércoles con la radio Gaviota, emisora de la sureña provincia de El Oro.

En su opinión, las previsiones del BCE son conservadoras, pues considera que la economía local tiene un mejor desempeño.

Las proyecciones positivas tienen lugar luego del decrecimiento de 2024, cuando la economía se contrajo dos por ciento en medio de una crisis energética que provocó apagones de hasta 14 horas por día y el alza de la inseguridad.

El gobernante también señaló que los bancos cuentan con liquidez y eso hace que bajen las tasas de interés.

El optimismo del jefe de Estado y las cifras presentadas coinciden con los recortes de gasto público anunciados en días pasados, como el despido de más de cinco mil funcionarios, la reducción de ministerios y la eliminación del subsidio al diésel.

Para economistas y representantes de organizaciones sociales, la administración de Noboa busca cerrar la brecha del déficit fiscal y, principalmente, cumplir las metas del Fondo Monetario Internacional (FMI), con el que mantiene un programa crediticio.

El crecimiento económico estimado contrasta con el deterioro de la calidad de vida de los ecuatorianos, según advirtió el exministro de economía Marco Flores.

El experto lamentó el incremento de la pobreza en esta nación andina, donde más de 7,4 millones de personas viven con ingresos muy por debajo del promedio.

Además, señaló que “seguramente continuará reduciéndose el riesgo país, pero a costa de empeorar la ecuación de desempleo más subempleo y prolongar la crisis de insuficiente crecimiento y pobreza para amplios sectores de la población”.

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