Los pronósticos y la expectativa del mercado van rumbo a una reducción de tasas en un cuarto de punto porcentual y las razones detrás de esta posible decisión estarían fundamentadas en el indicador de desempleo del pasado mes de julio, que se situó en 4.2 por ciento, el más alto desde octubre de 2021.

Este ajuste sería el primero desde diciembre de 2024, ahora en el contexto de una inflación que sigue superando el objetivo del 2.0 por ciento de la Fed y debido, en alguna medida, a las directivas arancelarias de Trump que afectan a buena parte del mundo.

Por lo tanto, la reserva tendrá que resolver el dilema de atender una inflación de 2.9 por ciento contra un aumento del desempleo y una perspectiva de menor crecimiento económico, en opinión de expertos.

Mientras, un tribunal de apelaciones frenó el intento de Trump de destituir a Lisa Cook, miembro de la junta de gobernadores de la Fed, lo que garantizaría su participación en las deliberaciones de este miércoles.

Al propio tiempo, Stephen Miran, asesor económico de Trump, debutó como miembro de la Fed tras su confirmación en el Senado y jurar el cargo este 16 de septiembre.

Algunos observadores apuntan que la expectativa recae ahora en si el presidente de la Fed, Jerome Powell, trasmitirá un mensaje agresivo o moderado en su conferencia de prensa de esta tarde.

En su reciente discurso en Jackson Hole, Powell insinuó una ligera reducción de las tasas de interés, pero advirtió entonces que procederían con mesura.

El jefe la Fed (o banco central) apuntó entonces que continuaban evaluando el impacto de los aranceles impuestos por Trump y otras políticas en la economía.

“La estabilidad de la tasa de desempleo y otros indicadores del mercado laboral nos permite proceder con cautela al considerar cambios en nuestra postura política”, dijo Powell.

“Sin embargo, con la política monetaria en territorio restrictivo, la perspectiva base y el cambiante balance de riesgos podrían justificar un ajuste de nuestra postura política”, añadió.

Ante cerca de un centenar de académicos, economistas y funcionarios de bancos centrales de todo el mundo, el mensaje fue claro: seguiría a pie juntillas los datos de empleo e inflación para determinar si recortaba las tasas en la esta reunión de la Fed.

Entretanto, un tribunal federal de apelaciones rechazó el lunes una solicitud de la administración Trump para permitirle despedir a Cook de la Junta de Gobernadores de la Fed, por lo que se mantiene intacta la orden de un tribunal inferior que la restituyó en el cargo.

Trump intentó destituir a Cook el mes pasado por acusaciones de fraude hipotecario, lo que ella niega.

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