Rudy Saccaco fue uno de los espontáneos que se lanzó capa en mano al ruedo para hacer unos pases de tauromaquia pero en un descuido el toro le asestÓ una cornada mortal.
El trágico suceso ocurrió en el distrito de Huaccana de la provincia de Chincheros de la región surandina de Apurímac, en una festividad religiosa tradicional, algo que en los Andes peruanos suele ser acompañado por corridas de toros, aunque no haya plaza, pues basta cercar con autos u otras improvisadas tribunas.
Agrupaciones críticas de la llamada fiesta brava luchan por prohibir las corridas, por ser riesgosas para el torero y por el sufrimiento del toro, pero el espectáculo traído por los conquistadores españoles ha sido excluido de la lista de infracciones a la legislación de protección a los animales.
El animal rara vez gana el duelo, pues el ritual consiste en cansarlo con la capa, disminuirlo clavándole una gran lanza en el lomo y afiladas banderillas para, finalmente, adolorido y agotado, recIbir una estocada que lo tumba y es rematado con un cuchillo.
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