Según el diario Le Figaro, la nación africana, liderada por una Junta Militar, detuvo en agosto a un diplomático francés acusado de espionaje, lo cual motivó la respuesta gala, que incluyó la expulsión de dos diplomáticos malienses.
Mali considera que países occidentales, entre ellos Francia, de la que se independizó en 1960, buscan desestabilizarlo.
París niega tales denuncias y acusa a Bamako de caer bajo la influencia rusa.
Pese a las tensiones y a la salida de las tropas francesas en 2022, las dos naciones mantenían la cooperación antiterrorista.
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