“El punto del proceso de paz sobre abrir los caminos de la participación política ha quedado completamente anulado”, apuntó el gobernante en su cuenta de la red social X a propósito de la decisión conocida durante esta jornada.
Añadió que lo visto en las autoridades judiciales y electorales es el objetivo de alejar de manera permanente a la ciudadanía de la organización de partidos, que establece como derecho la constitución de Colombia.
“La anulación de personerías jurídicas o el impedimento a conformarlas ha sido de una vía. La mayoría de fuerzas anuladas cuando ya vivían plenamente en la vida política son del progresismo”, denunció.
Tras la decisión de Consejo de Estado de tumbar las resoluciones con las que el Consejo Nacional Electoral (CNE) reconoció la personería jurídica al movimiento Poder Popular, esa asociación se ve privada de avalar candidatos y de recibir financiación estatal.
La de hoy se suma a la anulación, el pasado 20 de marzo, de la personería jurídica del partido Soy porque somos, colectividad de la vicepresidenta del país, Francia Márquez.
También un golpe para la izquierda fue el retiro de la misma condición a Todos Somos Colombia, de la senadora del Pacto Histórico Clara López.
Actualmente la coalición de movimientos progresistas Pacto Histórico busca constituirse en un único partido político de cara a los comicios al Congreso y a la Presidencia en 2026.
No obstante, el CNE aprobó la fusión de esa agrupación, pero sin Colombia Humana, que es la colectividad del presidente Gustavo Petro, por presuntas irregularidades internas relacionadas con el quórum que dio su beneplácito para la unificación.
Negó además la adhesión de Progresistas (organización a la que pertenecen la senadora María José Pizarro, David Racero y Heráclito Landínez) y de la Minga Indígena Política y Social, por no ostentar personería jurídica.
El partido estaría conformado entonces por el Polo Democrático, la Unión Patriótica y el Partido Comunista, pero condiciona esa integración a la resolución de procesos administrativos que aún no se dirimen y a los que los tiempos del calendario electoral les juega en contra.
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