La llamada Intersindical se reunió en esta capital un día después de la movilización nacional contra las políticas económicas del Gobierno, la cual llevó a las calles a alrededor de un millón de personas según sindicatos y la mitad según el Ministerio del Interior.
En una declaración, otorgó al primer ministro hasta el 24 de septiembre para atender las reivindicaciones, que buscan eliminar la reforma de la jubilación y evitar que el presupuesto 2026 del Estado ataque el bolsillo de los trabajadores bajo el argumento de frenar el deterioro de las finanzas públicas.
La bola está en el campo del primer ministro, si no responde, decidiremos una nueva jornada de huelgas y manifestaciones, subrayó.
Lecornu, quien hace apenas unos días sustituyó al derrocado François Bayrou, mostró disposición a escuchar a los actores sociales.
En días recientes, el mandatario recibió a los representantes sindicales y prometió volver a hacerlo, como parte de sus consultas para elaborar el presupuesto.
El plan presentado por Bayrou naufragó con su caída, después de que la Asamblea Nacional le negará la confianza el 8 de septiembre, propuesta con medidas rechazadas por los sindicatos, entre ellas la supresión de dos días feriados.
Esta acción no parece en los planes de Lecornu, quien es consciente de su fragilidad, ante el dominio opositor en la cámara baja.
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