De acuerdo con el director de la institución médica, el profesor asociado Nguyen Lan Hieu, la idea de dotar con este equipamiento a la comunidad estuvo en su mente durante muchos años, después de apreciar la popularidad de este dispositivo en lugares públicos en países desarrollados.
En Vietnam cada año mueren alrededor de 200 mil personas por enfermedades cardiovasculares, lo que representa aproximadamente un tercio del número total de fallecidos en toda la nación.
Según datos de encuestas citados por el diario Hanoi Moi, la tasa de mortalidad en pacientes con paro cardíaco extrahospitalario es muy alta, pues llega al 96,7 por ciento, mientras solo un 8,7 por ciento de los pacientes reciben reanimación cardiopulmonar en el lugar del accidente.
Respecto a la importancia de equipar a las comunidades con los DEA, la propia publicación aludió a un estudio publicado en el New England Journal of Medicine el cual reveló que las tasas de supervivencia alcanzan hasta el 74 por ciento si los pacientes recibían una descarga eléctrica en los primeros tres minutos tras un paro cardíaco.
El desfibrilador externo automático es un generador de impulsos eléctricos compacto que puede suprimir ciertas arritmias en caso de sufrir un infarto repentino.
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