Según precisó la institución castrense, brigadas de ingenieros militares neutralizaron y destruyeron artefactos de alta peligrosidad, especialmente a lo largo de la carretera que conecta Deir Ezzor con Al-Mayadin, así como en áreas rurales del municipio Al-Bukamal en la frontera con Iraq.
El Ejército confirmó que los trabajos se mantienen activos para eliminar por completo las minas y restos explosivos en los campos de la región desértica, en aras de garantizar la seguridad de la población y facilitar su retorno a una vida normal.
A mediados de septiembre último, equipos especializados destruyeron alrededor de ocho toneladas de minas y municiones sin explotar.
El ministro de Emergencias y Gestión de Desastres, Raed al-Saleh, había advirtido que amplias zonas del territorio sirio siguen plagadas de minas, muchas de ellas fabricadas artesanalmente y colocadas durante la guerra.
Esta realidad representa un grave obstáculo para la reconstrucción y la recuperación social y económica del país, enfatizó.
Al-Saleh añadió que varias organizaciones internacionales han solicitado operar en Siria para participar en tareas de reconocimiento y remoción de minas. Asimismo, informó que el plan nacional priorizará las zonas civiles y agrícolas, por ser las más necesitadas de protección inmediata, antes de expandirse a zonas desérticas y forestales.
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