Calificó como violentos a los manifestantes que protestaron tras asumir ella la presidencia el 7 de diciembre de 2022 y sostuvo que hay una narrativa falsa en las imputaciones, pues “se me acusó de querer exterminar sistemáticamente a la raza andina”.
Se refirió así al cargo inicial de presunto delito de genocidio, considerado en una investigación preliminar a Boluarte, ministros, militares y policías por las muertes, imputación retirada después por la Fiscalía, que se limitó a indagarlos por homicidio y otros temas.
La indagación fue recientemente congelada por una decisión del Congreso, de mayoría conservadora, que la archivó y que es también contraria a quienes protestan contra el Ejecutivo.
Boluarte dijo además que asumió el cargo, pese a los problemas que ello implicaba, luego del encarcelamiento y destitución del presidente Pedro Castillo por intentar disolver el Parlamento, entonces opositor.
Asimismo, dio por superada la conflictividad social en su país al sostener que “con orgullo y con gratitud al equipo de ministras y ministros, mi país es distinto al que yo recibí” y sostuvo que aquellas protestas fueron “financiadas por la minería ilegal, el narcotráfico y las mafias corruptas”, lo cual, según sus críticos, no ha sido probado.
La mandataria se refirió al tema, tras dos días de vehementes protestas de miles de jóvenes contra el Gobierno y el Parlamento, una impopular reforma del sistema de pensiones, la grave inseguridad ciudadana y otros temas.
La exposición coincidió con la difusión en Lima de una encuesta a nivel nacional de la empresa CPI, según la cual su administración es desaprobada por el 93,8 por ciento de la población y solo aprobada por el 2,5 por ciento, aunque Boluarte niega la validez de los sondeos.
De otro lado, le presidenta peruana protagonizó una situación inusual en la Reunión de alto nivel por 30 aniversario de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, cuando le cortaron el audio debido a que sobrepasó los tres minutos fijados para cada orador.
npg/mrs





