Al mismo tiempo, el mandatario agregó que Moscú no busca desatar una carrera armamentista, y destacó que para evitarla y asegurar un nivel aceptable de previsibilidad y contención, Rusia considera «justificados los intentos de mantener el statu quo actual logrado gracias al Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START III).

En este contexto, el líder ruso advirtió que el despliegue de componentes del sistema estadounidense de defensa antimisiles en el espacio podría «anular» los esfuerzos de Rusia por mantener su statu quo.

Firmado en 2010 y prorrogado hasta el 5 de febrero de 2026, el Nuevo Tratado START constituye una piedra angular de la estabilidad estratégica entre Rusia y Estados Unidos.

Se centra principalmente en limitar el número de ojivas nucleares estratégicas y sistemas vectores desplegados.

El START III limita los arsenales de Estados Unidos y de Rusia a un máximo de 700 misiles desplegados, mil 550 ojivas nucleares y 800 vectores, desplegados y en reserva.

Moscú puso pausa en febrero de 2023 a su participación en el tratado para evaluar las armas nucleares de los aliados de Estados Unidos en la Organización del Tratado del Atlántico Norte con este tipo de armamento, como Francia y el Reino Unido, que están fuera de todo escrutinio.

Francia y el Reino Unido tendrían juntos más de 500 ojivas atómicas, de acuerdo con estimaciones del Instituto Internacional de Estudios para la Paz.

Washington también tiene diseminadas sus armas nucleares en los territorios de varios países europeos, en concreto en Alemania, Bélgica, los Países Bajos, Italia y otros, según revelaron varios medios.

Algunos expertos alertaron que, ante la falta de un nuevo acuerdo, Estados Unidos y Rusia tendrían las manos libres para aumentar sus arsenales nucleares por encima de las mil 550 ojivas.

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