Los primeros lo rechazan, porque fue destituido como fiscal supremo por contactos que mantenía con el hoy prófugo juez de la Corte Suprema César Hinostroza, cabeza de una red de corrupción tejida por magistrados, fiscales, políticos y empresarios.

Quienes baten palmas por su ascenso al cargo, tras la declinación de dos fiscales supremos, celebran haberse librado de la anterior titular del Ministerio Público, Delia Espinoza, de frecuentes discrepancias con el Gobierno y el Parlamento conservador y suspendida por seis meses por la Junta Nacional de Justicia (JNJ).

La misma JNJ, ahora de diferente composición más grata al Gobierno, dictaminó entre sus primeras decisiones que Gálvez recupere el cargo de integrante del conjunto de fiscales supremos y suspendió a Espinoza por resistirse a reintegrar a otra reivindicada, la fiscal suprema Patricia Benavides.

Entre los satisfechos, el polémico ministro de Justicia, Juan José Santiváñez, quien dijo que Gálvez “puede hacer un gran trabajo porque ha sido víctima de un sistema fiscal corrupto”.

El conocido fiscal Anticorrupción José Pérez reaccionó al pedir a Gálvez que defienda al Ministerio Público ante semejante ofensa.

Además, se refirió a declaraciones recientes del recién instalado fiscal de la Nación, en las que dijo que si tuviera el cargo, de inmediato cesaría a Pérez y a su coordinador, el fiscal superior Rafael Vela, lo que Santiváñez dijo que haría si estuviera en sus manos.

Pérez dijo esperar que el fiscal Gálvez permita trabajar al equipo anticorrupción y agregó que este ha logrado las condenas de dos expresidentes y debe seguir en funciones.

En días recientes, el mismo Santiváñez, afirmó que “parte del Ministerio Público conforma una organización criminal, sumado a un grupillo de jueces que están absolutamente identificados”.

El congresista Alejandro Aguinaga, del partido neoliberal Fuerza Popular (FP) Gálvez, celebró la nominación de Gálvez, a quien consideró reivindicado de “los abusos de una Fiscalia de la Nación y una JNJ politizada” y le pronosticó “un legado que devuelva justicia al servicio del país”.

FP suele atacar al fiscal Pérez porque lleva varios años investigando por presunta corrupción y acopiando pruebas contra la lideresa de ese partido, Keiko Fujimori, a quien ha logrado someter a prisión preventiva durante meses en años pasados.

Desde la izquierda, la congresista Ruth Luque recordó que la mayoría parlamentaria que encabeza FP se abstuvo de enviar a juicio a Gálvez y preguntó como alguien tan cuestionado por sus antecedentes puefe garantizar la lucha contra el delito.

“Es altísimo el riesgo de que la alianza mafiosa termine de capturar el Ministerio Público para asegurar la impunidad de congresistas, fiscales, altos funcionarios y de la presidenta Dina Boluarte”, agregó.

“Lo que se estamos viviendo es un copamiento de las instituciones de justicia, encabezado por la presidenta Dina Boluarte y por sus bancadas aliadas en el Congreso”, aseveró la legisladora centrista Flor Pablo.

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