Así lo consigna una declaración de la Mesa Política Nacional de la alianza de izquierda uruguaya que está en el gobierno desde el 1 de marzo último.
El pronunciamiento condena el reforzamiento del cerco a la isla antillana, “recrudecido especialmente durante la etapa de pandemia, con la implementación de 243 medidas coercitivas unilaterales”.
Refiere que tales acciones van contra las transacciones financieras, transferencias bancarias incluso de ciudadanos, sanciones a empresas, y persecución para impedir la llegada de combustibles a la isla.
El Frente Amplio considera “inaudito que Estados Unidos mantenga a Cuba en la lista de países patrocinadores de terrorismo”, dice la declaración.
Subraya que ello agrava aún más las posibilidades de la isla para poder acceder al sistema financiero internacional, así como a alimentos básicos y bienes de consumo imprescindibles para asegurar la vida.
El Frente considera que tal política resulta “un acto de guerra impuesto unilateralmente por Estados Unidos en tiempos donde la comunidad internacional debe trabajar incansablemente por asegurar la paz en todas sus dimensiones”.
Por lo expuesto, el Frente Amplio reitera su firme rechazo al bloqueo inhumano y a toda medida de carácter económico que afecte al pueblo cubano, tal como lo ha sostenido de manera constante la Asamblea General de las Naciones Unidas durante más de 30 años —con el voto favorable de Uruguay—, concluye la declaración.
La semana anterior Cuba dio a conocer su informe actualizado respecto a los daños ocasionados en el último año bajo el cerco estadounidense.
Ese informe acompaña el proyecto de resolución presentado por La Habana ante la Asamblea General de Naciones Unidas, que en octubre debe repetir en votos su rechazo a esa política del gobierno de Estados Unidos.
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