La noticia más reciente, de algún modo bajo la sombrilla de Zinemaldia, es que los grupos con representación en el Ayuntamiento de San Sebastián, salvo el conservador Partido Popular (PP), aprobaron una declaración institucional en la que se acordó romper toda relación con las instituciones israelíes por el genocidio en Gaza.

Afirma la nota que se reconoce oficialmente que las autoridades y fuerzas israelíes «han cometido genocidio contra el pueblo palestino en Gaza, en los términos establecidos por la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio de 1948, de la cual Israel fue Estado firmante».

En paralelo a las numerosas aristas que genera el tema palestino, la política del presidente Donald Trump contra las televisoras y humoristas en Estados Unidos, y de Javier Milei en Argentina denostando de la cultura, las mujeres también tienen algo que decir.

Numerosas representantes del sector audiovisual rechazaron este martes en San Sebastián contra las agresiones sexuales en el acto ‘Nuestras Voces’, y lamentaron que la cultura de la cancelación «no existe para los hombres».

Recalcaron que «no se puede separar la obra del autor», al igual que «tampoco se puede separar el deporte del genocidio» (en referencia a lo sucedido en la Vuelta Ciclista a España).

Asociaciones feministas del Grupo de Trabajo Interterritorial de Igualdad en el Audiovisual (GTI) demandaron asimismo intervenir en las narrativas para construir las historias desde una perspectiva de la mujer.

Figuras vinculadas con el cine, entre ellas, la productora y reciente Premio Donostia Esther García o la cineasta Eva Libertad, ofrecieron testimonios reales de mujeres que denunciaron abusos sexuales.

«Hubo una secuencia que se rodó dentro de un prostíbulo. La actriz se vio obligada a mantener una relación sexual directa con el hombre más seboso del mundo, con el equipo de cámara y todo el grupo viendo. No una secuencia con una separación física, con un estudio de cómo hacerlo, de enseñar, no, allí se penetró directamente”, afirmaron.

Y a personas como este director se les ha seguido dejando estar y teniendo su renombre y seguido adelante», añadieron recalcando que se trata de un testimonio real.

Otra víctima aseverço que «después de una oleada de violencia muy bestia con agresiones sexuales, recibo una agresión física muy fuerte y me manipula diciendo que me ha agredido para protegerme de mi ansiedad, de que me hiciera daño. Me lo creo todo y me culpo. Esa noche estuve a punto de suicidarme», relató.

«Entre todas, hemos tejido redes y estamos contribuyendo a romper un silencio afianzado durante demasiado tiempo. Sabemos que esto es solo la punta del iceberg. Los datos son contundentes y abrumadores: más de la mitad de las mujeres que trabajamos en la industria audiovisual española hemos sufrido algún tipo de violencia sexual”, precisaron.

Además, criticaron al sistema por no protegerlas. «Es la falta de credibilidad cuando hablamos, la desconfianza en los canales de denuncia, la ausencia de mecanismos efectivos. Es la presión laboral y el miedo a represalias. Estas violencias tienen un impacto atroz en nuestro trabajo y en nuestras vidas», acotaron.

Para completar una jornada intensa en el Festival de San Sebastián, esta noche se presentará ‘La voz de Hind Rajab’, un testimonio espeluznante sobre los sucesos en torno a la llamada real de auxilio de una niña palestina de seis años atrapada en Gaza en un auto, clamando por ayuda a la Cruz Roja.

Asesinada por Israel, Hind Rajab dejó un mensaje conmovedor que arrancó 23 minutos de aplausos en el Festival de Venecia, donde la película logró el León de Plata, Gran Premio del Jurado.

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